Como enseñar a tu peludo a ir al baño
Hay un peludo nuevo en casa y generalmente uno de los mayores retos que todos llegamos a tener como papas primerizos es ¿Como enseñar a mi peludo a hacer sus necesidades en un lugar especifico?
Para empezar debemos de tener entendimientos básicos el cual nos ayudara a comprender mejor y tener herramientas los cuales nos ayudaran en este proceso.
El primer paso es paciencia y saber que nuestro peludo regulan hasta los 5 o 6 meses sus necesidades y hasta este punto es el cual tienen control total sobre sus impulsos . Por lo tanto ellos no están haciendo nada para enojarnos!
¿Hasta donde podemos exigir?
De las 3 a las 8 semanas de vida es cuando los perros aprenden a salir del nido para hacer sus necesidades.
Hasta entonces, orinan y defecan dentro y la madre ingiere los deshechos como método de limpieza y para evitar dejar rastros que puedan atraer a posibles predadores (este comportamiento es herencia del lobo).
A partir de las 8 semanas es cuando los cachorros desarrollan lo que se denomina “preferencia de sustrato”
Desarrollar una preferencia de sustrato quiere decir aprender a orinar y defecar sobre una superficie de un material concreto. Por lo tanto:
Alrededor de las 8 semanas es el momento idóneo para enseñar a un perro a hacer sus necesidades en un lugar concreto.
Enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades en un lugar concreto: pasos básicos
1- SUPERVISIÓN: Hay que acompañar al cachorro al lugar donde queremos que orine o defeque con una frecuencia que se adapte a sus necesidades. Para no ser demasiado exigentes, debemos aplicar el siguiente principio:
Se ha estudiado que un cachorro es capaz de aguantar sin orinar o defecar un número de horas igual a los meses que tiene, más una. Eso quiere decir que, para un perro de dos meses, por ejemplo, deberíamos hacer la siguiente suma:
2 meses + 1h = 3 horas
Para uno de tres:
3 meses + 1h = 4 horas
Y así sucesivamente.
¡No podemos pedir un control voluntario total hasta que el perro tiene entre cinco y seis meses!
2. ANTICIPACIÓN: Además de llevarlo a orinar y defecar cada X horas, deberemos anticiparnos. El cachorro tendrá ganas de eliminar, sobre todo:
– Después de dormir
– Después de comer
– Después de jugar
Habrá que acompañarlo al lugar adecuado tras esas tres acciones.
La idea es intentar que el cachorro se “equivoque” y elimine donde no corresponde el menor número de veces posible. Hay que conseguir que casi siempre acierte porque, cuando lo haga, recibirá un premio y eso reforzará la conducta.
3. PREMIO: Cuando el cachorro elimine en el lugar apropiado, lo premiaremos. Hay que ser efusivos: felicitarle con caricias y verbalmente y, si queremos, añadiendo un premio comestible indicado para cachorros.
4. POR LA NOCHE: Probablemente, el cachorro no podrá aguantar toda la noche sin eliminar, así que habrá que habilitar una zona restringida con papel de diario a la que pueda acceder mientras nosotros dormimos.
¡Lo que nunca tienes que hacer!
Es muy habitual que algunos papas primerizos acerquen la nariz de sus peludos a los restos de desechos o los papeles sucios como modo de castigo.
Al margen de que no es en absoluto recomendable hacer esto, realizarlo no ayudará a tu perro a entender más, todo lo contrario, tu perro tendrá miedo e inhibirá su actitud, así como su posible aprendizaje.
También puede ocurrir que debido a este método tu cachorro empiece a recurrir a la coprofagia, es decir, comerse sus heces o lamer los orines, principalmente por miedo a que le riñas otra vez.
Evita totalmente el castigo de la vida del cachorro y del perro adulto, apostando por métodos positivos y una enseñanza basada en las recompensas, pues estudios demuestran que es la mejor forma de hacerles aprender y recordar.
Si has castigado a tu cachorro y te teme, intenta recuperar su confianza realizando ejercicios, juegos y actividades nuevas, así como premiándole siempre que tengas la ocasión.
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